jueves, 19 de febrero de 2009

Zircón

De mi poemario: "Silice (SiO2)"

Estoy quieta desesperadamente.
Sólo respiro y el aire me paraliza.
Quisiera resguardarme en un agujero de la vida
donde haya palabras sueltas para componer versos
y ramas secas para hacer un nido.
El amor lo he dejado entre las sábanas,
envejecido con sus exigencias en las madrugadas.
Florecen briznas de azafrán en tu cabello
y las hojas que cayeron en otoño
son mentirosas, como tus ojos verdes.
Pero yo he aprendido a quedarme donde estoy.
Es donde quiero estar.
Aunque siempre me digas que escribo cosas bobas...
Ya sé que mis palabras no son más
que sentimientos disfrazados.
Para mí, pequeñas brasas que laten
buscando un camino donde encontrar respuestas.
He de vivir las horas que me quedan
para hacer las preguntas.
¿De qué sirve mirarte si estás lejos...?
¿Y si estás lejos, de que sirve mirarte...?
La tormenta me azota al filo de tu beso
porque no conoces la orilla de mi llanto.
Si yo tuviera tiempo, si tuviera tiempo,
si lo tuviera...
Mas me temo que las palabras y la imaginación
seguirán quemándome los dedos y el pensamiento
y hablándome de noche a solas.
Las paredes del despacho se están pintando ojeras violeta.
Éste, por hoy, es el último poema que escribo.
¡Sálvese quien pueda!
¡Qué se acaba el otoño y tocan retirada...!

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