lunes, 16 de marzo de 2009

Carles Duarte i Montserrat




Hoy quiero dedicar aquí unas palabras a un hombre del que tengo la suerte de ser amiga. Es un magnífico escritor y poeta y sobre todo un maravilloso ser humano.



De su libro de poemas, Tríptico hebreo, escribo algunos que me impresionan en particular.























Hay quien ni de día ni de noche
ve cerrarse sus ojos por el sueño
Eclesiastés, 8.16

Mientras duran tus días
tu mente te habla
del áspero temor y el deseo inconstante,
de la montaña de cristal,
de la piel que rehuye,
de las escamas del tiempo.
No se cierran los ojos,
observas el espejo,
las voces derruidas;
buscas al Dios que te ha soñado
y callas.

Llevas en los labios
una hoja de menta.




Cuando alguien muere
su herencia serán las sabandijas y los gusanos
Eclesiástico, 10.13

Cuando alguien muere,
un sueño se extingue:
el deseo anhelado en la mirada,
la seducción del fuego,
el olor de la tierra,
el sabor de la fruta,
la soledad del poniente,
el afán de aprender,
el anhelo de perdurar,
el tacto abrasador,
aquel recuerdo
que pacientemente veneras.

Cuando alguien muere
una ternura se acaba,
ya enjuta la esperanza,
ya sin propósito,
tan sólo un grito,
inevitable y desnudo,
hasta que el cuerpo
empiece a corromperse
y el aliento atraviese la luz.

2 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

Comentava amb Carles Duarte que
"junts perfeccionem la mort i la barbàrie"

Duarte sap que no podem estar contra el destí, pero sap que amb la poesia podem conduïr el destí advers "car la força no atura l'alat vol d'un desig / i l'arma ha de cedir a la finor del somni"

Grècies Carles

Francesc Cornadó

Anónimo dijo...

no te conozco, imma. pero he llegado a ti a través de la sensibilidad de este gran Poeta. Poeta de bellas y justas palabras, de imágenes claras, de verbo sencillo, de abrazo, de brillo...

"llavis de terra
proclamaran el tacte"

muchas gracias!!!