sábado, 31 de enero de 2009

Ayuno

Acabo de leer este "desolador" poema de mi amigo, Ignacio Lillo, que me ha puesto el vello de punta. En este escrito hay una serie de sentimientos desnudos, que quizá parecen un poco deshilvanados: "no, esto no tiene mucho sentido" -dice él mismo.
Sin embargo, Nacho, yo me pregunto ¿por qué todo tiene que tener sentido? y además, lo que no tiene sentido para uno quizá lo tenga para otro. Lo que importa es la sinceridad de lo que dices y el modo como lo expresas. Y a mí me llega, me llega y me da qué pensar...

Ayuno

Empecé a ayunar para quererme, que no es lo mismo que querer a la imagen que algunos de vosotros habéis necesitado

porque todo aquello no tenía nada que ver conmigo

dejé de ser y de olvidar, voy a descolgar el teléfono y quizá no conteste en varias lunas

no es triste, sólo es la verdad

devoraba cualquier cosas con tal de olvidar, de no aceptar y disuadir mi realidad, me devoraba a mí mismo

sólo estoy en deuda conmigo queridos viajeros, y ningún grado de destrucción fue en vano al haber llegado hasta aquí

¿Qué es la enfermedad? ¿Adonde lleva la imperiosa necesidad de crear sin límites?
No importa, no importa.
Importa estar aquí con el alma desnuda, os quiero... sólo que tuve miedo y la voz fue ahorcándose en el abrevadero

No te conozco, pero si entiendes todo esto... te diré que he aprendido algo, no hay, no hay suficientes de olvido y miedo como para lograr destruirte del todo, es inútil, sólo es un camino tortuoso hacia el mismo principio

Me mentí, me escondí, perdí, caí... pero me encontraron, me aupé... la noche está tranquila y a veces me siento el ser humano más dichoso del mundo por testimoniar todo esto

ayuné hasta recordarlo, hasta no necesitar nada para sostenerme, el espíritu es como un valle de imágenes alucinógenas

y soy libre, y ya no tengo nada que lamentar, hay otro lenguaje más allá, las palabras son un gesto, la tristeza un abrazo, el éxtasis un vaiven de cuerpos que no tienen piedad con el amor

a los que aman, a los que padecieron, a los que se perdieron, a aquellos que nunca me entendieron, éste momento de la nada

cuando las agujas marcan otro viaje y parece que el recuerdo será la única bebida aceptable

no, esto no tiene mucho sentido

quizá sea el ayuno o que puedo abrazarme con enorme satisfacción en unas ruinas anímicas que he logrado devolver a su llanto

(Ignacio Lillo)

4 comentarios:

Wilson Maravella dijo...

@ Inma, estoy llorando de gratitud, tu generosidad me abruma, me impulsa hacia la luz, hacia adelante...

tienes razón porque hemos de buscarle un sentido a la creació, todo lo que tiene justificación en este planeta, está de algún modo corrompido, aunque emule la belleza...

me interesa la imperfección, lo herido, aquello que duda y duele y se siente como una tormenta de emoción y profunda aflicción

la vida sabe así ¿no?

Unknown dijo...

ola Inma, no había pasado por aquí todvía.
Ciertamente es un poema triste, será por el ayuno, lo digo por experiencia.

¿Cómo estás?

volveré otro rato, mi tiempo es escaso.

Un besazo. muacks.

Alhucema dijo...

¿Llorando de gratitud, Nacho? Las gracias he de dártelas yo a ti. La comunicación es muy importante para mí y cada día que pasa me parece más imposible conseguirla, las imágenes son engañosas y las palabras también, pero a veces se tiene la suerte de encontrar a alguien que consigue transmitirte algo y tú a mí me transmites, porque además estoy de acuerdo contigo en que ..."la vida sabe así".

Un abrazo,

Inma

Alhucema dijo...

¡Hola, Mika! Qué gusto verte por aquí. También yo sigo tu blog y, si me permites, pondré aquí algo tuyo un día de estos. Mientras te envío un abrazo y ójala estuviese en Zaragoza para ir a vuestras tertulias...

Inma