viernes, 3 de febrero de 2012

Jaime Vándor


Jaime Vándor Koppel, o Helmut Jacques Vándor, como consta en su partida de nacimiento, vio la luz en Viena, de madre austríaca y padre húngaro, en febrero de 1933. Hacía menos de cuatro semanas que Hitler había asumido el poder en Alemania.
Gran parte de su familia pereció en el Holocausto.

El día 24 de febrero, tendré el honor, junto a Alfonso Levy, de presentarlo como poeta en la tertulia del Laberinto de Ariadna. Será aquí en Barcelona, en  el Ateneo, C/ Canuda nº 6, en el Aula de escritores, 5ª planta.
Por si a alguien le interesa el acto empezará a las 18h.

 http://blip.tv/termes/reflexions-jaime-vandor-3596845

Estos actos tan abominables, no deberían repetirse nunca, pero desgraciadamente puede ser posible. Actualmente en muchos países en guerra siguen muriendo cada día miles de personas a causa del poder, racismo, lucha por territorios..., los motivos son innumerables. Así somos los seres humanos. Los peores "animales" que existen sobre la faz de la tierra...

Tardes del Laberinto



Dar las gracias desde aquí a Anna Benitez, por este vídeo, bello recuerdo de la presentación de "Tardes del Laberinto", antología de poetas de la asociación el Laberinto de Ariadna, a la que tengo el gusto de pertenecer.





Tardes del Laberinto
Ediciones Parnass, Barcelona, 2011

Antología de los miembros de El Laberinto de Ariadna

"Un grupo literario es como la vida misma. En él conviven personas de lo más heterogéneo: altas, rubias, morenas, guapas y menos guapas, ilustradas y menos ilustradas y, claro, cuando se publica algo del colectivo, el resultado es un fiel reflejo del mismo. Por supuesto les une su amor por la literatura y todos sus miembros merecen un respeto, ya que nos hacen partícipes de sus sentimientos cuando deciden plasmar esas inquietudes en el papel. Algunos publican libros y están ahí ofreciéndonos su pérdida de la inocencia, sus amores, sus sueños, rotos o cumplidos, sus desvelos, sus fantasías, su esperanza en la vida. Y eso es debido a que un día perciben que los sentimientos, los recuerdos, los atardeceres o el color de unos ojos no se borran, perduran más allá de la mera experiencia o del mero encuentro y se adhieren a su piel como esos tatuajes tan de moda, que deben llevar a donde quieran que vayan. Somos estas personas variopintas, imperfectas, vulnerables, auténticas..., las que formamos el colectivo El Laberinto de Ariadna."

(Felipe Sérvulo)